A esta hora en Colombia, las 12 en punto del medio día, cientos de miles de personas batiendo pañuelos blancos, portando camisetas del mismo color y llevando consigo el pendón tricolor se movilizan por todas las ciudades del país en protesta contra el secuestro y las acciones terroristas hacia la población civil, especialmente del grupo guerrillero de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Farc.
Las calles y avenidas de Bogotá están paralizadas. Los vehículos de transporte público y los autos privados se detuvieron y sus conductores se bajaron de los vehículos sin dejar de accionar sus pitos al unísono. Los gritos de repudio contra la violencia también se dejan escuchar en cada rincón del país.
El presidente de la República, Álvaro Uribe Vélez y el alcalde mayor de Bogotá, Luis Eduardo Garzón, encabezan la movilización que inició en la Plaza de Bolívar en el centro de la capital y que se desplaza en este momento por la carrera séptima, una de las principales de la ciudad, hacia el norte de Bogotá.
A las 12 en punto también se hicieron escuchar las campanas de las iglesias de todo el país. Las gentes que no están en las calles se asoman por las ventanas de los edificios, baten sus pañuelos y gritan contra las Farc, contra la violencia, contra el terror y piden que los cadáveres de los diputados del Valle sean entregados a sus familiares.
¡No más a la violencia, no más secuestros y no más terrorismo!, es el grito que se escucha en todos los rincones del país.
Los empleados oficiales y privados; los miembros del gobierno, los estudiantes universitarios, de los colegios y escuelas; desempleados, religiosos y congresistas se unieron a esta manifestación contra la violencia.
Esta movilización es una muestra del repudio que los colombianos sentimos por las acciones de las Farc. Hace muchísimos años no se veía en Colombia una manifestación similar. Los helicópteros y aviones del Ejército y la Policía sobrevuelan los cielos de Colombia para garantizar la seguridad de los ciudadanos que marchan como un río humano hacia la meta: lograr que los terroristas no tengan cabida en ninguna parte.
Libertad, libertad, libertad y Uribe, Uribe, Uribe es el grito que se escucha de cada garganta que después de 40 minutos de iniciado el acto, se sigue escuchando en toda Colombia y varios países de América y Europa.
Visto en Cronicas pa'todos
Comentarios
En www.guapacho.net, hay algunas fotos de la actividad en la catedral
"QUE VIVA COLOMBIA"