Radio Caracas contra Chávez Por: Jaime Richart (especial para ARGENPRESS.info) Fecha publicación: 16/05/2007
Chávez lleva en el poder casi diez años, y Radio Caracas Televisión, como radio tiene una antigüedad de 77 años y 54 de televisión...
Pues bien, Marcel Granier, director general del medio se despacha a gusto hoy en una entrevista que le hace Francisco Peregil en El País. Radio Caracas es enemigo declarado del gobierno, y su director, entre otras perlas, afirma en ella que 'el presidente Chávez ha violado los derechos humanos y garantías fundamentales que no prescriben'.
Es difícil, para una mente medianamente despierta, admitir que un presidente elegido democráticamente sea un autócrata, un violador de derechos humanos y de garantías fundamentales cuando después de varios años el medio, Radio Caracas, sigue funcionando y lanzando improperios, libelos y acusaciones directas sin cuento contra el presunto autócrata. Es difícil también imaginar a un déspota que permita a un medio minar constantemente su credibilidad y el respeto institucional debido durante varios años, sin haberlo cerrado inmediatamente mediante un decreto u otros mecanismos jurisdiccionales de los muchos que la democracia ofrece al gobernante autócrata o no.
Lo que pasa es que la libertad de expresión tiene un límite, todo tiene un límite. Y Radio Caracas Televisión, simplemente leyendo las declaraciones de Marcel Granier, no es un medio simplemente más o menos conservador, sino un enemigo abierto del Estado y de su presidente; un búnker de la resistencia fascista empeñada en que retorne Venezuela a la condición de feudo de las potencias internacionales que fue.
No obstante ser un artefacto al servicio del enemigo pagado y dentro de casa, y no un medio corriente de oposición política, el presidente venezolano ha tenido sencillamente la consideración que Radio Caracas no merecía, de no renovar la licencia de emisión que expira el 27 de mayo. El hecho de ver como 'obligatoria' la renovación de una licencia concedida por definición a plazo, ya pone de manifiesto la catadura del tal director...
Mire vd. si hubiera sido yo el presidente de Venezuela que vd. pinta, su medio no hubiera durado un mes después de tomar posesión del cargo.
Y es que las derechas son iguales en todas partes. Y si son de países de habla castellana, sus rasgos diferenciadores son aún muy ostensibles. Tienen mucho que ver con el talante cínico, marrullero, tergiversador, alborotador y agitador del fascismo, del catolicismo degenerado y de la prepotencia brutal de los desalmados.
Por ejemplo, mientras la derecha española y sus turiferarios mediáticos acusan de lo peor a Chávez y Castro, cuando detentaba el poder central impidió al fiscal investigar una obscena trama en cuya virtud se adueñó la derecha del poder local de Madrid, y la misma que, gobernando ahora en Madrid, incumple la ley de Educación dando instrucciones contrarias a ella en los colegios de la Comunidad.
Esta es la clase de gente, más bien de chusma, que sólo llama democracia al régimen que impera en los periodos durante los que ella malgobierna. En Venezuela pasa lo mismo. Ha estado Radio Caracas Televisión actuando durante 77 años de institución mostrenca al servicio del poder del dinero y de la expoliación extranjera, y ahora, porque no se le renueva la licencia de emisión, pretende su director que Chávez es un autócrata, que viola los derechos humanos y las garantías fundamentales.
Mal rayo le parta al tal Granier y a su opulento imperio mediático.
Chávez lleva en el poder casi diez años, y Radio Caracas Televisión, como radio tiene una antigüedad de 77 años y 54 de televisión...
Pues bien, Marcel Granier, director general del medio se despacha a gusto hoy en una entrevista que le hace Francisco Peregil en El País. Radio Caracas es enemigo declarado del gobierno, y su director, entre otras perlas, afirma en ella que 'el presidente Chávez ha violado los derechos humanos y garantías fundamentales que no prescriben'.
Es difícil, para una mente medianamente despierta, admitir que un presidente elegido democráticamente sea un autócrata, un violador de derechos humanos y de garantías fundamentales cuando después de varios años el medio, Radio Caracas, sigue funcionando y lanzando improperios, libelos y acusaciones directas sin cuento contra el presunto autócrata. Es difícil también imaginar a un déspota que permita a un medio minar constantemente su credibilidad y el respeto institucional debido durante varios años, sin haberlo cerrado inmediatamente mediante un decreto u otros mecanismos jurisdiccionales de los muchos que la democracia ofrece al gobernante autócrata o no.
Lo que pasa es que la libertad de expresión tiene un límite, todo tiene un límite. Y Radio Caracas Televisión, simplemente leyendo las declaraciones de Marcel Granier, no es un medio simplemente más o menos conservador, sino un enemigo abierto del Estado y de su presidente; un búnker de la resistencia fascista empeñada en que retorne Venezuela a la condición de feudo de las potencias internacionales que fue.
No obstante ser un artefacto al servicio del enemigo pagado y dentro de casa, y no un medio corriente de oposición política, el presidente venezolano ha tenido sencillamente la consideración que Radio Caracas no merecía, de no renovar la licencia de emisión que expira el 27 de mayo. El hecho de ver como 'obligatoria' la renovación de una licencia concedida por definición a plazo, ya pone de manifiesto la catadura del tal director...
Mire vd. si hubiera sido yo el presidente de Venezuela que vd. pinta, su medio no hubiera durado un mes después de tomar posesión del cargo.
Y es que las derechas son iguales en todas partes. Y si son de países de habla castellana, sus rasgos diferenciadores son aún muy ostensibles. Tienen mucho que ver con el talante cínico, marrullero, tergiversador, alborotador y agitador del fascismo, del catolicismo degenerado y de la prepotencia brutal de los desalmados.
Por ejemplo, mientras la derecha española y sus turiferarios mediáticos acusan de lo peor a Chávez y Castro, cuando detentaba el poder central impidió al fiscal investigar una obscena trama en cuya virtud se adueñó la derecha del poder local de Madrid, y la misma que, gobernando ahora en Madrid, incumple la ley de Educación dando instrucciones contrarias a ella en los colegios de la Comunidad.
Esta es la clase de gente, más bien de chusma, que sólo llama democracia al régimen que impera en los periodos durante los que ella malgobierna. En Venezuela pasa lo mismo. Ha estado Radio Caracas Televisión actuando durante 77 años de institución mostrenca al servicio del poder del dinero y de la expoliación extranjera, y ahora, porque no se le renueva la licencia de emisión, pretende su director que Chávez es un autócrata, que viola los derechos humanos y las garantías fundamentales.
Mal rayo le parta al tal Granier y a su opulento imperio mediático.
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